En mayo tuve la oportunidad de hacer un viaje a los sitios donde Jesús estuvo, desde su nacimiento hasta el día de su resurrección.
Acompañado de otras 200 personas de YL de toda Europa, pudimos visitar donde “nació” Jesus en Belén, sus pasos por la Via Dolorosa en Jerusalén, entrar en la tumba donde depositaron después su cuerpo, disfrutar del silencio del mar de Galilea, bañarnos en el Mar Muerto, entender como vivían en Nazaret…
Gracias a este viaje ahora puedo ponerle imagen a los evangelios, conocer sus costumbres y el porque de algunos textos que hasta ahora sólo eran teoría.
Una de las mejores vivencias fue en el mar de Galilea. Pudimos disfrutar de un paseo en barco, y al llegar al centro, el capitán paró los motores y escuchamos la nada. El silencio y el vaivén de la barca hicieron que Jesús se tumbara a descansar, quedándose dormido. En esa zona del lago, dos depresiones (una a cada orilla del lago), hacen que los mínimos cambios de temperatura o presion atmosférica hagan que, en cuestión de minutos se pueda desencadenar una fuerte tormenta, que ni siquiera los pescadores más experimentados son capaces de preveer.
En la imagen podeis ver mis pies en el agua, en la que dicen fue la zona donde Jesús llamó a sus discípulos. Poder estar ahí, y saber que Jesús me ha llamado también a mí para llevar su mensaje a los jóvenes, fue una experiencia espectacular.
Otro lugar impactante es el desierto de Qumrán, dónde dicen que podría haber vivído Juan el Bautista. En medio de la nada, una comunidad consiguió vivir y desarrollador vida. En esta zona, en 1847, unos pastores beduínos, buscando una cabra, lanzaron una piedra hacía la cueva que se ve en la imagen, y escucharon como se rompía algo. Al entrar a ver que era, descubrieron unas vasijas de barro que contenían unos manuscritos datados entre el 250 AC y el 66 DC, siendo los manuscritos más antiguos que se tienen hasta la fecha del Antiguo Testamento.
